Cuando esto pase

Cuando todo esto pase

y el metro vuelva a funcionar con todas sus estaciones abiertas,

cuando los matinales retomen su programación

hablando de la obsesión de algún animador

o actor de telenovelas por comprar zapatos

dedicando dos horas de televisión al closet de este.

Cuando en la Alameda no quede pancarta

y sus muros ya no estén decorados con rayados pidiendo justicia.

Cuando el forestal vuelva a tener el verde pasto

junto a sus flores de temporada en rotondas.

Cuando eso ocurra,

tanto tú como todos nosotros volveremos a estar atrapados en un vagón

de ida o de vuelta del trabajo.

Cuando estemos pensando en todo y en nada,

escuchando musica con audifonos para pasar el dia,

para alivianar el largo viaje que implica atravesar Santiago.

Es en ese momento (que no sé si serás tu o yo quien levante la vista primero),

nuestras miradas se cruzaran y no evitaremos el contacto visual,

pues nos reconoceremos, sabremos que hemos peleado juntos.

Que si hoy sonreímos con emoción es porque cada uno de nosotros se ganó el derecho de tener la frente alta, y nunca más bajar los ojos.

Y aun cuando los políticos volverán a prometer en campaña

y a olvidar después,

aun cuando las 40 horas por semana cansan igual,

y sabemos que no tenemos ni un pelo de jaguares de américa.

En ese momento, volverá ese frío en la espalda cuando el vagón entra en la estación, volveremos a cerrar los puños por un reflejo que no se extingue,

y nos daremos cuenta de ese sabor de triunfo no se agota.

Cuando el vagón se detenga, todos apagaremos la música por un instante,

pues sabremos que por esto se peleó tanto,

por esto se dejaron ojos y vidas en el camino.

Porque costó, porque dolía cada instante que la prensa omitió la verdad,

y a cada lacrimógena recibida la furia se hacia mas grande,

porque a cada perdigón y a cada lumazo el grito se hacía más de todos

y cuando la voz gangosa del chofer del metro anuncie la estación

todos dejaremos de respirar por un instante,

sonreiremos sin ningún gesto,

con esa alegría interna, melancólica y peleada,

afinaremos el oído para escuchar cuando del parlante digan “Estación de la Dignidad”

13/11/2019